De instantes...
A veces uno amanece con ganas de escurrirse la piel de las promesas,
sacudirse el polvo del recuerdo y huir de la mentira entre las sábanas.
A veces uno quisiera escaparse de los vicios y rutinas, evadir
publicaciones que verifiquen la existencia, negarse al hecho de permanecer tan
firme como un roble y evitar conversaciones con otros de su especie.
Faltar a citas y compromisos, a las responsabilidades que se adhieren a los
años y fundirse en un instante de ocio acompañado de nostalgia.
Adentrarse en un mundo de películas y creerse dueño de otras
vidas, otras historias, otros lugares, idealizar un mundo mágico, jugarle sucio
a la realidad entre el cálido encanto de una frazada y quedarse ahí en una eternidad de pocas horas. A
veces uno quisiera dejar la mente en blanco y quedarse en el vacío. Y no en un estado que perdure, no más el tiempo justo para observarse a sí mismo en silencio… mientras pasa todo, mientras todo pasa.
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